La Tribu de los Cienhuesos caminaba hacia la Puerta de la Calavera cargando el botín obtenido de batallar contra hombres serpientes y emisarios de Nochseed. Tanto los Splintered Fangs como los Cypher Lords habían sido enemigos valerosos y crueles pero en lo alto de la torre de un templo profanado el ojo de los dioses había señalado a Hrotgar, que ahora portaba el Yelmo Colmilludo, como su elegido.
En la guarida del monstruo de tres cabezas... |
Conforme la partida de guerra avanzaba se hacía cada vez más evidente como la influencia de la disformidad alteraba las ruinas e impregnaba cada centímetro de tierra. Para una cultura que se había dedicado durante generaciones a la caza de las más violentas criaturas las señales eran claras: estaban cerca de la guarida de una quimera.
Sin duda era la última prueba que los dioses disponían.
DÉCIMA PARTIDA: EN LA GUARIDA DE LA BESTIA DE TRES CABEZAS
Como los Untamed Beast habían acumulado el mayor número de puntos de gloria en la campaña Toñuco se preparó un final boss acorde a la crueldad de Warcry: una magnífica quimera.
Los cazadores acorralaron a la quimera tratando de atacarla por varios frentes para someterla. El monstruo levantó el vuelo y acabó sobre las ruinas arrastrando a uno de los preytakers para despedazarlo entre sus garras.
Los cazadores rodean a la quimera... |
pero escapa volando y devora a un preytaker. |
Gracias a la habilidad de arponear y arrastrar del First Fang los cazadores pudieron ir cerrando el cerco y fue el mismo Hrotgar quien se trabó en combate singular con el monstruo hiriéndolo de suma gravedad. No obstante la malevolencia de la quimera era tal que en un arrebato de furia derribó al líder de los cazadores y escapó hacia las ruinas.
El arpón arrastra a la bestia acercándola al combate... |
y aunque Hrotgar la hiere de gravedad... |
la quimera deja fuera de combate al Heart-Eater. |
Con su líder caído y su presa a punto de escapar parecía que los Cienhuesos no superarían su última prueba. Fue la señora de las bestias Arilek quien azuzó al rocktusk prowler para que se lanzara a uno de los cuellos de la quimera que trataba de huir y la sujetara lo suficiente para que el resto de la banda pudiera derribarla.
El rocktusk se lanza al cuello de la quimera... |
y el resto de la banda se une al combate para derribarla. |
Justo en el momento en el que la quimera caía sobre el polvo y los cazadores se apresuraban a inmovilizarla con resistentes cuerdas trenzadas con tendones Hrotgar Cienhuesos recuperó la consciencia. Se incorporó ignorando sus heridas y la sangre que le cubría el costado para llegar hasta el monstruo y apoyar el filo de su arma en el cuello que sostenía la cabeza de forma draconiana. Sostuvieron sus miradas librando un duelo de voluntades donde el hombre pudo ver infinidad de cosas en los ojos de la bestia: el camino a otras dimensiones, el color de los vientos de la magia, el resplandor del interior de un torbellino de hechicería y los reflejos de la propia disformidad. Con un rugido grave que reverberó en el pecho de cada cazador la voluntad de la quimera cedió y Hrotgar pudo domeñar su espantoso espíritu.
Hrotgar atravesó la Puerta de la Calavera con su banda de fieros cazadores, el botín obtenido en cada batalla y el infernal monstruo de tres cabezas sometido a sus designios. El ominoso batir de unos tambores de guerra y el golpeteo constante de las armas contra los escudos de cientos de guerreros del caos acompañó al guerrero elegido para unirse a las filas de las huestes destinadas a destruir un nuevo mundo.
VALORACIÓN
Tengo que agradecer a Toño que preparara una quimera como final boss de la campaña. Además creo que una bestia grande queda muy bien como némesis de una banda de cazadores. Pero debo decir que en estos escenarios para controlar un monstruo grande es muy difícil que los gane la bestia. En cuanto gaste sus habilidades con dobles y triples y consuma sus tres activaciones la banda rival te saca ventaja o te infla a palos. Entiendo que está diseñado así para que las bandas puedan domesticar a la bestia y llevarla a la siguiente batalla pero aporta muy pocas expectativas. Por otro lado es muy divertido ir acorralando poco a poco a la bestia así que recomiendo mucho jugarlo y sacar en Warcry esos monstruos que todos hemos ido coleccionando.
La campaña ha estado muy bien y hemos disfrutado en grande de todo lo que ofrece Warcry. Al final los Untamed Beast se impusieron por la mínima gracias al fichaje de la esfinge (Mindstealer Sphiranx) y al buen hacer de Hrotgar y la señora de las bestias. Ya estamos deseando empezar la siguiente.
Suerte con los dados
Cohone, una Quimera. Pues sí que los dioses se lo pusieron difícil al bueno de Hrotgar.
ResponderEliminar¡Muy entretenida la campaña! Una batalla final contra un monstruo queda muy bien como cierre, por un lado queda muy épico y por otro es verdad que, como dices, es una buena ocasión para soltar un bicharraco que de otra forma son más raros de ver.
La quimera es peligrosísima pero es difícil que gane la partida. Eso sí, unos cuantos guerreros se van a quedar machacados por el camino...
EliminarTener a la quimera de final boss ha sido un puntazo.
Sacar monstruos siempre es complicado porque empequeñecen a los héroes pero es muy guapo verlos en mesa sembrando el Caos. Hay que hacer por jugarlos.
Un saludo