EL CORREO DE MORDHEIM: NÚMERO 2

                                                   Diario de Guerra

Uno de los deshechos que aún habitaban las ruinas había susurrado a los Lansquenetes del Capitán Ziebler que en una plaza de la zona este quedaban múltiples fragmentos, así que los reiklandeses se desplegaron a sus arqueros mientras los guerreros dirigían hacia allí sus pasos.

Los tiradores cubren las calles...

mientras los guerreros avanzan hacia el enemigo.

No obstante, el malvado duque de Sylvania se anticipó a sus movimientos y desplegó a sus seguidores tras una capilla en ruinas para cortarlos el paso.

Los No Muertos aguardan tras la capilla derruida

La lucha no tardó en volverse encarnizada cuando las cargas y contracargas derribaban y herían de gravedad tanto a héroes como a secuaces.

Los mercenarios aguantan la carga...

y contraatacan con las pistolas.

La segunda oleada de no-muertos no se hace esperar...

cargando con ferocidad a los reiklandeses...

derribando a los mercenarios. Sin embargo, se levantan de nuevo.

Finalmente, al ver la terquedad de los Reiklandeses, el duque de Sylvania se evaporó entre las sombras de la ciudad con sus esbirros cubriendo su retirada y los reiklandeses alcanzaron la piedra bruja. (No Pasaréis: Victoria para Reikland)

Varias jornadas después los enviados del Conde de Sylvania rebuscaban entre las ruinas cuando detectaron a los Lansquenetes. 

Los No Muertos detectan a los lansquenetes.

Animados por el hechizo del nigromante, los no muertos se abalanzan para saciar su ansia de carne humana y cerebros. 

La bestia reanimada abate al recluta reiklandés

Entre las ruinas de una casa abandonada, el sacerdote mercenario y el malvado duque se enfrentan. Pese a la fe que le mantiene con vida más allá de lo esperado, el vampiro consigue vencer y desfigurar a su enemigo infligiéndole horribles cicatrices.

El sacerdote cae ante el vampiro y sufre horribles cicatrices

Combatiendo con dureza espalda contra espalda, los pocos mercenarios que habían sobrevivido a sus heridas o superado su miedo, se batieron el cobre con valor y repelieron el ataque de los no-muertos, obligando a su vampírico líder a ordenar la retirada (Escaramuza: Victoria de Reikland).

El capitán lidera a los mercenarios para aguantar la posición

 Marcador total de la campaña: Reikland 3 - No Muertos 1 

Sucesos

Otro cadáver asesinado por la espalda ha sido encontrado  en la ciudad. Se desconoce si guarda relación con el otro cadáver hallado por los Lansquenetes de Altdorf, pero el modus operandi es el mismo. El Duque de Sylvania, quien lo ha descubierto, asegura que el cuerpo llevaba una corona metida en la boca.

Los necrófagos conocidos como la Hermandad de los Roehuesos ataca de nuevo devorando una de las piernas de Vesterlunz el Cazarratas, de quien ya se comieron varios dedos. Parece que les ha gustado su sabor…

Varios prisioneros que iban a ser sacrificados a los dioses oscuros han sido liberados de un sótano por los Lansquenetes del Capitán Ziebler. Uno de ellos, conocido como Justus, se ha unido a la banda como tirador.

Necrológicas

Khamal, necrófago de la hermandad de los roehuesos, muerto por el capitán Ziebler de  un balazo en el pecho.

Dramatis Personae

El Malvado Duque de Sylvania, líder de los No Muertos, que con su fuerza y velocidad sobrehumana (ha adquirido la habilidad carrera y es capaz de correr o asaltar 36 cm) no deja que ninguna de sus víctimas se le escape.

El Malvado Duque de Sylvania

Eduärd Skhol, más conocido como el cobarde, por no sobreponerse nunca al miedo que le producen las criaturas revivividas.

Eduärd Skhol, el cobarde

Helmut Noring, nuevo nigromante al servicio de Sylvania, que con su hechizo La Llamada de Vanhel ha conseguido que sus sirvientes lleguen mucho más lejos.

 

Helmut Noring, nigromante No Muerto

El Capitán Jesper Ziebler de Reikland, capaz de usar una ballesta de repetición, una pistola de duelo y una espada y salvarse dos veces seguidas con su armadura ligera (Tiene mucho Homer).

El Capitán Jesper Ziebler de Reikland

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