ENVUELTOS EN AGUA Y
FUEGO
“Nada más
llegar a la ciudad en ruinas, una ráfaga de fuego láser inmovilizó los rhinos
de las escuadras tácticas Reachmann y Parmenio y los cañones de los blindados
abatieron a la escuadra de asalto. El Coronel Dulwich lideraba a los guardias
de la ciudad mientras que su comisario defendería el templo. El veterano
oficial de la 6ª Panzer conocía a los Astartes por lo que, anticipándose a sus
movimientos, neutralizó las amenazas inmediatas y llamó a los refuerzos,
sabiendo que en breve serían más que necesarios.”
…
“Cuando
la estela de llamas en el cielo anunció la llegada de la cápsula de desembarco,
los guardias imperiales apostados en el templo supieron que iban a morir. Únicamente
el temor al Comisario Bowren los hizo permanecer en su posición. Cuando los
exterminadores desembarcaron desatando un infierno de llamas, sólo el propio
comisario fue capaz de emerger de él con vida. Decidido a no abandonar la
posición y morir cumpliendo su deber, alzó su pistola de plasma frente a los
gigantescos exterminadores.
En el
momento que apretaba el gatillo, los refuerzos enviados por el Coronel
aparecieron cargados de armas de asalto y volatilizaron a los temibles
enemigos. Una gran victoria para los veteranos de la 6ª Panzer.”
…
“Al
ver que los marines de su compañía estaban inmovilizados y que los héroes de la
primera eran abatidos, la ira dominó a Fennion Ekhelor. Dio la orden de avance
total y mientras los tanques pesados se enzarzaban en un duelo de artillería
con el enemigo los marines desembarcaron de los rhinos y avanzaron hacia el
enemigo. Las tropas de flanqueo no llegaban, y en su ruta de acceso se veía
el humo de las explosiones. Iniciando el
ritual de la puerta al infinito, se
preparó para demostrar porque era conocido como “el que conoce los caminos”.
…
“Desde
su chimera de mando el Coronel Dulwich coordinaba las acciones de todo su
ejército, mientras que su oficial de la flota adjunto evitaba que su posición
fuera flanqueada. Tras el gigantesco Land Raider surgió la silueta de un
dreadnought. El temible bípode avanzaba lanzando rayos hacia sus blindados. Un
rugido, mitad humano y mitad mecánico, surgía de los altoparlantes colocados
sobre el sarcófago. Una orden directa hizo maniobrar a los tanques y una lluvia
de fuego pesado derribó al dreadnought. Había
estado demasiado cerca, si no conseguía que entre ellos y los marines hubiese
distancia estarían perdidos.”
…
“El
comisario Bowren seguía dispuesto a defender la morgue de cuerpos calcinados en
que se había convertido el templo. Reagrupó a los veteranos supervivientes de
la explosión de la cápsula y los dividió en tres grupos. El grupo 1 liderado por
el mismo y unos pocos hombres ocuparía el templo. El grupo 2 a cargo de un
teniente (responsable de la destrucción de la cápsula) cubriría el acceso a la pasarela
donde minutos antes abatieran a los exterminadores. Por último el grupo 3, bajo
el mando de un sargento del grupo de zapadores, se sumergiría en el río para
cubrir su flanco. Dulwich sabía que alguno de aquellos hombres se ahogaría,
pero era un precio que estaba dispuesto a correr. Con todos sus efectivos
desplegados, aguantarían ahí el inminente ataque de los Marines.”
…
“Había
sido inteligente y práctico. Era un ataque planeado con astucia y llevado a
cabo por soldados profesionales y disciplinados. La defensa del templo y de la
ciudad era eficiente, pero nada sería suficiente. El flanco derecho ya se
libraba en combate cerrado, la escuadra Pármeno y los recién llegados
exploradores asaltaban las posiciones artilleras y aquel maldito perro químico
blindado. En el flanco izquierdo el Land Raider se preparaba para la toma del
templo cuando una mina en el fondo del río detuvo su marcha. La escuadra
Sempronias se quedó corta en su carga y parecía que compartiría el destino de
los Exterminadores. Dispuesto a evitarlo, Fennion Ekhelor, abrió su mente a la
disformidad y envolvió con ella a su escuadra.”
…
“Su
plan en el templo estaba funcionando, y el Comisario comenzó a recitar la
Letanía del Desprecio para arengar a sus hombres. De repente, un remolino
iridiscente se formó frente a la pasarela, y en un pestañeo otra escuadra de
marines liderada por un guerrero de aspecto salvaje se unió a la carga de sus
hermanos de batalla. Algunos cayeron bajo el fuego de los guardias o fueron
arrastrados por las turbulentas aguas, pero aquellos que llegaron rociaron a
sus hombres con promethium e incluso
los que estaban sumergidos encontraron así su muerte. Mientras los aturdidos
supervivientes eran masacrados con cuchillos de combate o mediante golpes, el
guerrero salvaje volvió hacia el comisario su mirada y con una palabra de poder
cubrió de llamas disformes a todos los ocupantes del templo.”
…
“El
aviso de su comunicador sacó al Coronel del estupor que le causó ver a los marines tomar el Templo mediante
artes arcanas. La llamada de auxilio pidiendo refuerzos por parte de los
hombres de la ciudad era apremiante. Los marines lo habían logrado, estaban
demasiado cerca. Decidido a no dejar escapar la batalla que tenía ganada, hizo
a su chimera avanzar hasta los edificios y desembarcó con su escolta personal para
rociar con fuego a los exploradores.
Uno
de los Leman Russ, un antiguo modelo Demolisher, bombardeó el templo abatiendo
a varios marines y obligando al resto a resguardarse en sus catacumbas. Con los
marines atrapados en el templo y la llegada de una unidad de tropas de asalto,
el combate por la ciudad decidiría el resultado de la batalla.”
…
“El
bibliotecario Ekhelor, refugiado en las catacumbas junto a los supervivientes,
ordenó la destrucción de los blindados. Pudo sentir al espíritu-máquina del Land Raider rugiendo de
furia atrapado en el fondo del río. El “Heredero de la Decimonovena”, que había
participado en la gran cruzada y había sobrevivido a la herejía de Horus, implementó
su sistema de armamento de forma automática y ni siquiera los tecno-marines tripulantes
pudieron controlar su ira. Un potente rayo láser atravesó el casco de un Leman
russ convirtiéndolo en un montón de metal retorcido. Su gemelo, el antiguo
Demolisher, lo siguió abatido por el Vindicator.”
…
“Enfrascado
en el combate el Coronel apenas pudo oír el sonido de los tripulantes muertos
dentro de sus blindados. Las tropas de asalto fueron los primeros en caer, partidos
en trozos por las filoarmas de los exploradores. Un gigante con un puño de
energía guiaba a los pocos marines que quedaban frente a su guardia personal.
Uno a uno los hombres iban cayendo entre espasmos y estertores de muerte: el ordenanza,
el oficial de comunicaciones, los exploradores, el médico, el último de los
astartes, el maestro artillero…Alzándose sobre la pila de cadáveres, sólo su
oficial de la flota y él aún vivían para luchar con el gigante acorazado.
Atacaron a la vez y con todas sus fuerzas, pero el metabolismo mejorado genéticamente
del astartes soportó todos sus golpes. Alzando su crepitante puño de energía,
el rostro salvaje del marine fue lo último que vieron ambos soldados.”
…
“Cuando
Fennion Ekhelor salió del templo sus blindados recogieron a los supervivientes
y recuperaron a los caídos y su semilla genética. El “Heredero” fue rescatado y
sirvió de carro funerario a los nobles guerreros que se reunirían con su
primarca. El hermano Sargento Pármeno, cubierto de sangre y vísceras, cerró con
su puño de combate la rampa de acceso y el convoy de los Injuriadores se puso
de nuevo en marcha.
Los supervivientes de la 6ª |
Cinco
guardias de la 6ª Panzer, únicos supervivientes de la confrontación,
notificaron al Ordo Hereticus desde un chimera aún operativo que la misión
había fracasado y solicitaron ser evacuados. El Alto Inquisidor observó el
mensaje y tras almacenar en su placa de datos el informe, envío la orden de
abrir fuego a la Armada. La ciudad, el templo y los supervivientes fueron
borrados de la superficie de Rhanda.”
…
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