sábado, 27 de abril de 2024

EL AÑO DEL HACHA: PLANES EQUIVOCADOS

Tzeench, quien veía sus planes zozobrar ante el empuje del dios de la sangre, quería devolver el equilibrio al panteón del caos. Envió a Vortemis y sus secuaces a las cavernas de cristal para erigir un fulcro arcano donde acumular poder drenando los vientos de la magia.
Los vientos fluctuaron y esas alteraciones despertaron de su sueño al mago sacerdote slann Tlanmatlal, quien vigilaba el desarrollo del Gran Plan. Con sólo un pensamiento, una partida de hombres lagarto se teletransportó desde su nave-templo a los dominios de Tzeench.

PRIMERA PARTIDA
Sanguiestelados y Ojo de los Nueve comenzaron manteniendo las distancias y se dedicaron a una tarea de ocupación. Cuando los territorios estuvieron establecidos comenzó una escaramuza donde ambos bandos se centraron en atacarse a distancia. 
Ambas bandas ocupan los objetivos...
y combaten a distancia.
Con ambas bandas centradas en ocupar y combatir a distancia Vortemis demostró su abyecta hechicería y un par de ardides para coger una pequeña ventaja.
Esfera a Aqshy y Distracción 
En un marcador muy ajustado el recuento final dio la victoria a Tzeench.
Victoria para los Ojos de los Nueve
SEGUNDA PARTIDA
Los eslizones habían tomado nota de los trucos de los acólitos y no se dejaron llevar por su maldad. Con un planteamiento mucho más agresivo cercaron el fulcro arcano y acabaron con un par de enemigos. 
Los eslizones acaban con sus enemigos
Vortemis presumió de ser un gran invocador y trajo de nuevo al plano material al horror azul, que se las apañó para ocupar objetivos, sobrevivir sacando críticos en defensa y bañar en llamas a los hombres lagarto. 
El horror: MVP de la partida 
Gracias a las habilidades del demonio y a su negativa a abandonar los reinos mortales los Ojos de los Nueve pudieron rascar algún punto que en un nuevo marcador apretado concluyó en empate.
Empate técnico
EPÍLOGO
Al entrar en contacto con el fulcro arcano, la piedra de energía se recargo de poder. Uno de sus acólitos, posiblemente Turosh, yacía muerto junto al fulcro sobre un morral con ocho piedras de energía más. Un dardo envenenado sobresalía de su pierna.
Vortemis recogió el morral y guardó la piedra junto a las otras. Aprovechando que los eslizones seguían acosando al horror invocado, abandonó el campo de batalla con un exiguo botín.
Los eslizones registraron las cavernas cuando por fin el demonio se deshizo en llamas. No quedaban enemigos que abatir. Kixi-Taka se dispuso a destruir el poder del fulcro arcano mientras Klaq-Trok, su guardaespaldas saurio, devoraba un cadáver humano.
Ni Tzeench había conseguido suficiente poder para decantar la balanza ni los vientos de la magia habían detenido sus fluctuaciones. En el gran juego de planes dentro de las cavernas de cristal, sólo habían perdido los peones.

MARCADOR 
VALORACIÓN 
Hemos de reconocer que ninguna de las dos bandas es la más top y que nuestros mazos no están para nada optimizados, si no que son bastante defensivos. Con dos bandas con ese perfil se preveían partidas de marcador bajo... pero qué partidas!
Son de esas que se disfrutan de puro igualado. Aunque tanto Fonso como yo pensábamos ir de víctimas* con mazos ultradefensivos, nuestros planes fueron equivocados y nos salió mal a ambos porque el rival no podía hacernos mucho daño ni tenía intención de ello. Solo mover, ocupar, cosernos a dardos y a hechizos, jugar ardides de ocupación y descartarnos de cartas que no eran útiles (pura matanza, rebote, inmolación...🙄) nos llevó toda la partida. 
Y esto reitera mi argumento general sobre Underworlds: es un juegazo con 100% de rejugabilidad. Un desafío táctico muy disfrutable. 

Aunque el Horror Azul fuera el MVP, no quisiera dejar pasar a Tok, el eslizón que entra de lleno en los sucios de la historia** y que gracias a sus mejoras y su habilidad para sobrevivir hizo un montón de puntos muy a lo zorro.
Tok, el eslizón cargado de trucos sucios
Suerte con los dados
 *¿Es que ya nadie juega aggro?
** Al final van a tener sección, como estos otros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario