Uno de los aspectos que más me atrajo
de Warhammer 40000 fue su siniestro trasfondo. Su Inquisición, sus guerreros
modificados genéticamente, su paradoja entre necesidad-aborrecimiento hacia los
psíquicos…y por encima de todos sus agentes del Oficio Asesinorum.
Desde
que llegara a mis manos el Códex Asesinos, me ha encantado coleccionarlos y
utilizarlos en mis partidas de 40K y Grupos de Combate, Necromunda y Dark
Heresy (donde lo siniestro es la base del juego). Por ahora tengo agentes de
tres templos:
Vindicare, Eversor y
Culexus.
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| Templo Vindicare: El infame Agente 3/5 |
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| Templo Eversor: Homicidas hiperdrogados |
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| Los agentes sin alma... |
Las
miniaturas son una pasada y a lo largo de las ediciones las reglas han ido
evolucionando (e involucionando) hasta las actuales bestias que recoge el
Códex: Caballeros Grises.
Como
dijo el todopoderoso Emperador en la cima del Monte de la Venganza en Thor: “Ningún mundo
escapa a mi gobierno; ningún enemigo escapa a mi furia”.
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| Mi cónclave de asesinos |
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