Nuestra intención es
jugar una campaña pequeñita (5 ó 6 partidas) con nuestras viejas bandas (los Tragaperros y La Liga de Consumidores) para coger el punto al reglamento, la
mecánica de experiencia y la recaudación.
Cuando hayamos cumplido
jugaremos una campaña más larga y elaborada y estrenaremos bandas. Así que
aprovechando el momento me he decidido a desempolvar unas viejunas miniaturas de milicia imperial para formar una banda de “Mercenarios
de Reikland”.
Cuando disfrutábamos
del juego de rol ambientado en el viejo mundo siempre creía que los ciudadanos
del Imperio debían ser devotos de Sigmar, leales, supersticiosos y ni demasiado
ricos ni demasiado sobrios. Y así eran todos mis personajes.
Así que para los
campeones de la banda de la provincia de Reikland (paradigma del ciudadano
ejemplar modelo) elegí a dos de las figuras que usaba siempre como Pj.
En primer lugar está el Padre Vehrner, un antiguo mercenario
que tras muchos años de guerra y miserias se inició en la orden de Sigmar.
Acompaña a los hombres a la batalla decidido a velar por sus almas y su fe, sin
importarle mancharse las manos con los enemigos de Sigmar.
Es una de las primeras
miniaturas de Sacerdote Guerrero de Sigmar, que aunque no es ninguna maravilla
actualmente (cuando salió me pareció supernovedosa), la tengo mucho cariño
porque fue un regalo de mi señora por mi cumple.
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Sacerdote Guerrero |
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Amuleto con forma de martillo |
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Escudo con el cometa de dos colas |
En segundo lugar está Lapzig el Cazarratas, especialista en
la contención de plagas, las expediciones por las cloacas y catacumbas y en
encargarse de los Skaven (de cuya existencia muchos dudan en el Imperio).
Está montado con piezas
de mercenarios, la cabeza de un artillero del cañón de salvas, el cuerpo de un
alabardero, el martillo de un sargento de milicia imperial (de los de plomo) y
el perro de los hombres de armas bretonianos.
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Lapzig el Cazarratas |
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Detalle del cometa de dos colas en el sombrero |
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Suelo adoquinado |
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Martillo del mítico plomo |
Como curiosidad diré
que el perro está pintado a imagen y semejanza de mi propio perro, un Ratonero Bodeguero Andaluz que un amigo me trajo desde Cádiz.
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El típico bodeguero andaluz de Altdorf |
Suerte con los
dados
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