miércoles, 1 de abril de 2015

MERCENARIOS DE REIKLAND: CAMPEONES DE LA BANDA



Nuestra intención es jugar una campaña pequeñita (5 ó 6 partidas) con nuestras viejas bandas (los Tragaperros y La Liga de Consumidores) para coger el punto al reglamento, la mecánica de experiencia y la recaudación.
Cuando hayamos cumplido jugaremos una campaña más larga y elaborada y estrenaremos bandas. Así que aprovechando el momento me he decidido a desempolvar unas viejunas miniaturas de milicia imperial para formar una banda de “Mercenarios de Reikland”.

Cuando disfrutábamos del juego de rol ambientado en el viejo mundo siempre creía que los ciudadanos del Imperio debían ser devotos de Sigmar, leales, supersticiosos y ni demasiado ricos ni demasiado sobrios. Y así eran todos mis personajes.

Así que para los campeones de la banda de la provincia de Reikland (paradigma del ciudadano ejemplar modelo) elegí a dos de las figuras que usaba siempre como Pj.

En primer lugar está el Padre Vehrner, un antiguo mercenario que tras muchos años de guerra y miserias se inició en la orden de Sigmar. Acompaña a los hombres a la batalla decidido a velar por sus almas y su fe, sin importarle mancharse las manos con los enemigos de Sigmar.

Es una de las primeras miniaturas de Sacerdote Guerrero de Sigmar, que aunque no es ninguna maravilla actualmente (cuando salió me pareció supernovedosa), la tengo mucho cariño porque fue un regalo de mi señora por mi cumple.
Sacerdote Guerrero
Amuleto con forma de martillo
Escudo con el cometa de dos colas
En segundo lugar está Lapzig el Cazarratas, especialista en la contención de plagas, las expediciones por las cloacas y catacumbas y en encargarse de los Skaven (de cuya existencia muchos dudan en el Imperio).
Está montado con piezas de mercenarios, la cabeza de un artillero del cañón de salvas, el cuerpo de un alabardero, el martillo de un sargento de milicia imperial (de los de plomo) y el perro de los hombres de armas bretonianos.

Lapzig el Cazarratas
Detalle del cometa de dos colas en el sombrero
Suelo adoquinado
Martillo del mítico plomo

Como curiosidad diré que el perro está pintado a imagen y semejanza de mi propio perro, un Ratonero Bodeguero Andaluz que un amigo me trajo desde Cádiz.
El típico bodeguero andaluz de Altdorf
 Suerte con los dados

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