jueves, 25 de octubre de 2012

LA MUERTE TENÍA UN PEZIO: PRIMERA SANGRE



COMIENZAN LAS HOSTILIDADES
 Los otros Ángeles estaban cerca. Habían venido a por él. Impelidos por su milenaria misión, guiados por el odio y provistos de nuevos colores que ya no honraban a la 1ª Legión.
        Su historia, aún recordada, nunca sería contada. Sólo un nombre y un testimonio arrancado de un cuerpo sangrante quedarían en el Capítulo de uno de sus más antiguos hermanos.       
        Ante tales indicios se convocaría a los miembros del círculo interior y los elegidos de la 1ª Compañía seguirían ese rastro hasta aquel remoto planeta alienígena.
 Había combatido en la Gran Cruzada, había desfilado ante el mismísimo Emperador y visto arder Calibán bajo la furia de Luther y el León.  Nacido para la batalla, no moriría este día.
Una vida de siglos como fugitivo le otorgó una oportunidad. Un cuerpo que se desploma tras un disparo en la sombra. Una nueva armadura y un nuevo blasón. Era más que un disfraz, era una oportunidad de vengarse sus antiguos hermanos.”
Una explosión de energía levantó una cortina de arena roja cuando la teleportación materializo los cuerpos acorazados de Belial y la Escuadra Sénekor. Todas las pistas situaban ese abandonado campamento imperial como el último destino conocido del ángel caído. 
El Ala de la Muerte inspecciona el asentamiento abandonado

El Señor del Ala de la Muerte inspeccionaba el lugar mientras los sensores de su armadura de exterminador recogían múltiples datos de su entorno. Cuando los escáneres detectaron al enemigo, la búsqueda del caído se apartó de su mente para dejar paso a una de las letanías de los servidores del Emperador: purgar al alienígena. 
La llegada de las fuerzas Tau

Avanzó junto a los guerreros del Ala de la Muerte sufriendo bajo las descargas de energía y plasma ionizado, rodeados de xenos, tanques y drones. Aunque algunos hermanos se perdieron, su marcha siguió implacable.
La potencia de fuego Tau diezma a los exterminadores

El cañón de asalto de la escuadra escupió un torrente de balas que derribó el vehículo gravítico y expuso a uno de los alienígenas enfundado en una avanzada armadura. El Señor Belial activó el campo de energía de su arma mientras cargaba y clavó sus garras en el pecho de la armadura hasta ver como la energía de sus ojos se apagaba.
Tras este fatídico combate, el comandante de la fuerza Tau alzó sus armas de plasma, derribó al último de los miembros de la escuadra Sénekor e incapacitó al Señor dl Ala de la Muerte. Con la victoria momentáneamente alcanzada, los xenos se retiraron. 
El comandante Shas´El Kais derriba a Belial

Una Thunderhawk aterrizó junto a Belial llevando a tierra a un venerable y anciano dreadnought y a los hermanos del Ala del Cuervo. Decidido con sus nuevos refuerzos a perseguir a los Tau, el Señor de la muerte desenfundó la Espada del Silencio y se dispuso a recuperar el antiguo asentamiento.
Los motoristas se muestran implacables...

Asaltados por las motos y rociados de plasma incandescente por el venerable dreadnought, los guerreros Tau eran arrinconados en el exterior del asentamiento abandonado.
La Espada del Silencio se cobra una nueva baja
Cuando sólo su comandante quedaba, Belial se enfrentó a él en duelo singular. Con sus músculos potenciados y su armadura de exterminador, un barrido bajo de la Espada del Silencio cercenó las piernas a la armadura y puso fin a la batalla.
Con este trasfondo es como empiezan las hostilidades en el planeta Por´Shah. Para la primera partida nos reunimos Fonso (Tau) y un servidor (Ángeles Oscuros) para medir nuestras fuerzas de 400 puntos. Jugamos dos partidas, cambiando en la segunda los exterminadores por un dreadnought venerable del Ala de la Muerte y tres motos con un rifle de plasma. La misión era Aniquilación con despliegue en punta de lanza. Los puntos finales fueron 6-3 a favor de los Ángeles Oscuros.
Desde mi grupo de jugadores recomendamos a todos los lectores que juguéis estas escaramuzas. Es muy rápido y muy divertido, además de darte una gran satisfacción cada baja que causas o evitas.


Miniaturas de la partida:
Belial, Señor del ala de la Muerte
Se portó, sobreviviendo a muchos disparos y no fallando ninguna de sus tiradas para impactar. Un personaje clásico con pegada, muy disfrutable.
Shas’el Por’Sah Kauyon Kais
Un quebradero de cabeza con sus retrocohetes y muy habilidoso con su plasma y sus tiradas de salvación. Costará arrebatarle el planeta.


Próximas incorporaciones:

Para dentro de dos semanas hemos de ampliar nuestros ejércitos, añadiendo 250 puntos a nuestras fuerzas. Yo estoy seguro que incluiré motos.
Suerte con los dados

2 comentarios:

  1. Estupendísimo!!!

    La verdad es que a mi las partidas pequeñas siempre me han encantado, son muy relajadas y narrativas, y les habeis sacado mucho jugo!!

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  2. Ha sido uno de los días que más nos hemos reído, además de buscar cierto dramatismo en las escaramuzas.
    En breve subimos de puntos y ojalá lleguemos tan lejos como está llegando vuestro "a cara de perro".
    Muchas gracias!

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