HILO
ARGUMENTAL
Siguiendo los caminos
del capítulo anterior, cuando Bilbo volvió de su visita al cubil de Smaug con una
gran copa de oro los enanos ya no estaban. Viéndose sólo en la oscuridad
abandonó Erebor sin quitarse el anillo porque le atemorizaban los persistentes
aullidos de los huargos.
Los enanos, tras ganar
la puerta del este y enviar al saqueador hasta el dragón, se habían quedado a
esperar en una de las antiguas cámaras ahora abandonadas. Pero un atronador
rugido les había hecho salir de allí.
Uno de los antiguos
reyes troll, más abyecto e inteligente que sus congéneres, había olido el
rastro de los enanos y recordando aún el sabor de su carne (pues era muy
longevo), persiguió a la compañía de Thorin hasta que éstos espantados salieron
de la Montaña Solitaria.
Los enanos abandonan Erebor perseguidos por el Rey Troll |
Una vez en el exterior, los huargos y los orcos fueron
alertados por los alaridos del troll, y los enanos se vieron obligados a huir
de tantos y tan peligrosos enemigos.
Numerosos huargos se unen a la persecución. |
Pero nadie había
contado con Bilbo, quien había caminado hasta encontrar a Legolas y a una
patrulla de jinetes y arqueros humanos que hostigaba a los orientales que campaban
por las ruinas de Valle.
Tras informarles de la desaparición de Thorin y Compañía
y oir los aullidos de los huargos ataron cabos y el hobbit, el elfo y los hombres
se encaminaron a rescatar al nuevo rey
bajo la montaña de tan apurada situación.
Bilbo regresa con refuerzos |
SEGUNDO
ESCENARIO: BATALLA POR EL SEGUNDO SALÓN
Sabiendo que el Rey
Troll y los jinetes de huargo que les pisaban los talones acabarían
alcanzándolos, los enanos se apresuraron a alcanzar unas posiciones más
favorables entre las antiguas estructuras enanas.
Thorin trata de alcanzar una posición más favorable para luchar |
Finalmente se vieron obligados
a combatir esperando que los caballeros y los arqueros que avanzaban por la
pasarela llegaran a tiempo de auxiliarlos.
Los enanos se traban en combate... |
Gracias a la llegada de
los caballeros y al sacrificio de algunos guerreros los enanos consiguen derrotar
a los huargos y poner tierra de por medio con el Rey Troll.
Los enanos vencen a los huargos y se alejan del troll |
Ori utiliza su
tirachinas para intentar herir a la bestia pero no lo consigue. Quedándose con
la idea, el Rey Troll recogió una piedra del suelo y se la lanzó a Thorin causándole
una herida y acercándose peligrosamente a la victoria.
La piedra de Ori no daña al Rey Troll... |
pero la pedrada del troll sí hiere a Thorin. |
Viendo a su odiado
enemigo tan lastimado, el Rey Troll y los huargos restantes se lanzaron de
nuevo a la carga. La infantería por su parte ordenó a varios hostigadores que
entretuvieran a los caballeros mientras los orientales, en formación cerrada,
se dirigieron a apoyar el combate principal.
Troll y huargos vuelven a la carga confiando en los refuerzos... |
Pero los enanos no
estaban solos. Legolas instruyó a los arqueros humanos sobre qué zonas de las
armaduras de los orientales eran más vulnerables y cuando soltaron las cuerdas
de sus arcos las flechas de penachos blancos y negros se clavaron en la carne
de los hombres del este.
pero estos caen bajo la lluvia de flechas. |
Sin el refuerzo de la
infantería las fuerzas de la oscuridad se vieron superadas en número y
perdieron sus combates.
Superados en número, la oscuridad pierde los combates. |
El Rey Troll se abrió
paso entre sus enemigos y se escabulló en el territorio montañoso mientras los
enanos daban cuenta de los último orcos.
Thorin abate a los últimos orcos... |
Habiendo sobrevivido el
nuevo Rey Bajo la Montaña el bando de la luz se hacía con la victoria.
y escapa con vida de la batalla. |
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Fuerzas de la Luz 2 – Fuerzas de la Oscuridad 0
HISTORIA
DE LA CAMPAÑA
Thorin y los enanos se
encuentran heridos y muy fatigados, pero aún son decididos y orgullosos. Cuando
llegan sus refuerzos desde las Colinas de Hierro despiden de malos modos a
Legolas y a los hombres negándoles cualquier agradecimiento por salvarlos.
Tan
mezquino comportamiento avergüenza a Bilbo, que sabe a ciencia cierta qué
destino hubiera aguardado a los enanos de no haber contado con la ayuda de los arqueros. Por ello y sin que lo sepan los enanos, regala a los hombres la gran copa de oro que robó al dragón.
Mientras sus antiguos
aliados vuelven a la Ciudad del Lago, los enanos ahora vigorizados retoman el
camino a la Puerta del Este y penetran de nuevo en Erebor.
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