- ¿Estás seguro de esto, Helmut?- Se atrevió a susurrar uno de los mercenarios.
- ¡Callaos todos! El Capitán Krassimir está muerto y ahora soy yo el que da las órdenes. ¿O queréis acabar como Dietter?- Los mercenarios bajaron la mirada. Todos recordaban el cráneo reventado del último que dudó de su liderazgo.- Y ahora silencio, esos monstruos no deben de andar lejos.
El viejo Krassimir se había llevado a la tumba el lugar exacto donde escondió el maldito espejo encantado. El objeto había sacado a los Poseídos a la luz, lo que ratificaba que valdría una fortuna a la que Helmut no pensaba renunciar.
- ¡Adentro! Bajemos a las catacumbas.- Dijo señalando la entrada a un viejo túnel de servicio.- Revisad las hornacinas, las estatuas y las tumbas. ¡Por Ulric! Yo me encargará de esos malditos monstruos.
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Esta es la tercera y última partida de nuestra campaña de Mordheim. En ella los middenheimers encontraron el Ojo de Morrslieb, un antiguo espejo hechizado, que el Capitán escondió hasta poder sacarlo de la ciudad.  |
| Volvemos a la Ciudad de los Condenados |
El poder del objeto era tal que sacó del pozo a una banda de Poseídos, atraídos por su perversidad arcana. Los imperiales trataron de detenerlos en los corrales y posteriormente en el distrito comercial pero no fueron capaces. Para más complicaciones, el Capitán Krassimir, el único que conocía el escondite del tesoro, fue asesinado por uno de los poseídos.
Ahora, las dos bandas han bajado a las catacumbas tratando de encontrar el Ojo de Morrslieb y escapar con él adelantándose a sus enemigos.
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| Banda de Mercenarios de Middenheim |
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| Banda de los Poseídos |
INFORME DE BATALLA
Los mercenarios comenzaron a inspeccionar las tumbas del subsuelo de Mordheim mientras los tiradores cubrían su avance. Los poseídos hacían lo mismo encabezados por el poseído y un alma oscura.
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| Ambas bandas revisan en las tumbas... |
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| tratando de encontrar el tesoro... |
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| mientras los tiradores cubren su avance. |
Las bandas cada vez están más cerca. Aunque siguen rebuscando entre las sepulturas se producen los primeros combates. La sangre empieza a correr por la Ciudad de los Condenados.
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| Las bandas están cada vez más cerca |
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| Los guerreros siguen buscando el tesoro |
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| Un tirador le cuela una herida al poseído |
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| El hombre pulpo queda fuera de combate |
En una de las tumbas, casi de manera simultánea, un espadachín de middenheim y uno de los cultistas de la Hermandad Pálida encuentran el preciado tesoro.
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| El tesoro por fin es encontrado |
El espadachín es mucho más hábil. Derriba al cultista y arrastra el tesoro hasta resguardarse junto a otros middenheimers. Para facilitar su huida, el campeón Hjagbald acaba con la vida del seguidor del caos.
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El espadachín derriba al cultista...
 | | y escapa con el tesoro. |
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| El campeón acaba con el cultista derribado |
Cuando un espadachín deja aturdido a un cultista la partida empieza a ponerse cuesta arriba para los Poseídos. El hechicero, deseoso de cambiar el rumbo de la reyerta, se expone para lanzar múltiples rayos de energía.
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| El cultista queda aturdido |
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| La magia recorre el campo de batalla |
Helmut, demuestra cómo alcanzó el liderazgo de la banda. Guiando a sus hombres se dedica a acabar él mismo con ambos hombres bestia.
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| Helmut encabeza el combate... |
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| y acaba con ambos gors. |
Los poseídos estaban en una situación precaria pero no estaban dispuestos a perder el botín. Todavía les quedaban unas cuantas cartas por jugar. Superando el chequeo de retirada hicieron un turno que haría sonreír al mismísimo Señor Oscuro.
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| El alma oscura acaba con un Middenheimer |
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| El poseído se cobra una víctima más |
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| Los dos reclutas son asesinados |
La brutalidad y el número de bajas infringidas por el caos había sido extremo. Los mercenarios de Middenheim, quienes habían llevadohasta el momento la iniciativa, se vieron obligados a valorar su supervivencia por encima del botín y no superaron su chequeo de retirada. Dejando caer el cofre del tesoro huyeron del campo de batalla.
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| Dejando caer el tesoro, huyen del combate |
EPÍLOGO
La magia le cosquilleaba en la punta de los dedos. La cercanía del Ojo de Morrslieb hacía que los poderes del Magíster quisieran descontrolarse. Su banda había recuperado el cofre y se había retirado hacia un lugar seguro cerca del pozo.
El alma oscura babeaba y murmuraba incoherencias afectado por el aura del Ojo de Morrslieb. Acercó su antorcha al cofre abierto y recogió el objeto mágico para entregárselo a su líder.
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| Los poseídos se hacen con el tesoro |
El Magister retiró el paño que lo cubría y miro en el interior del espejo. El reflejo le devolvió imágenes de matanzas, de excesos, de muerte y de poder. Y finalmente una fuente corrupta y tornasolada. Hundió la mano en la fuente del espejo, que había adoptado una forma cuasi líquida y notó como el poder recorría su cuerpo. Sus potencial arcano pareció dispararse y sus seguidores danzaron a su alrededor percatándose de ello. Un nuevo paladín del caos había nacido en Mordheim.
VALORACIÓN
Hay que reconocer que Mordheim no vale para todo el mundo. Su motor de juego está anticuado, los puntos no están del todo equilibrados (pobre hombre-pulpo), es tremendamente aleatorio y bastante impredecible.
Entiendo que haya llorones jugadores que prefieran el equilibrio total. Lo que no comprendo es si esas personas saben lo que se pierden: tiene un trasfondo bestial, unos escenarios muy disfrutables, muchísima personalidad y un modo campaña que es oro molido. Mordheim es un pasote.
Tanto hemos disfrutado estas tres campañas que ya estoy maquinando la siguiente.
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