RELATO: LA SANGRE DE HASHUT

En este año hemos jugado una campaña narrativa de Warcry de 11 partidas llamada la Sangre de Hashut. Junto a la precampaña hemos jugado un total de 17 partidas. He disfrutado un montón y agradezco a Fonso y a Toño ser tan buenos jugadores (como generales y como compañeros). Los resultados podéis verlos picando los enlaces pero en realidad estamos aquí por la historia.

Así que al estilo del Troglablog he escrito un pequeño relato con el final de la campaña. 

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La luz surgía de un inmenso brasero con forma de cabeza de toro, iluminando la cámara desde el fondo. Esto ocultaba los rostros de los jerarcas de la Fortaleza del Barranco de Pirolusita, de quienes sólo podían percibirse sus siluetas sentadas en astados tronos. 

Saufor Gukra, permanecía de rodillas, encadenado a los otros tres prisioneros. Los cuatro habían formado parte de la fallida incursión liderada por el Arruinador Omhaz. El fracaso no era tolerado en los dominios de Hashut.

- Sé donde se oculta Omhaz- había dicho el primer prisionero, que ahora yacía muerto sobre un charco de su propia sangre.

- La Fortaleza puede encontrar a sus propios enemigos. Y no necesita traidores- había respondido la sombra de uno de los jerarcas antes que el gigantesco verdugo usara su clava.

- Sé como esquivar a los fantasmas de una ciudad maldita y guiar hasta un lago de sangre a una de nuestras partidas de guerra- Dijo el segundo prisionero. Saufor Gukra torció el gesto, pedir una segunda oportunidad como argumento para salvar la vida era muy mala opción en el Barranco de Pirolusita. La clava del verdugo descendió sin que ningún jerarca pronunciara palabra alguna.

- He visto a quienes habitan en el Reino de Ghur. He visto la ciénaga bajo la que los dioses tienen atrapado a un gran tauro y también a un dragón de arena emerger del suelo para tragarse a los guerreros. He visto a un fomoroide y a una esfinge batirse en duelo mortal. He luchado junto al Matamonstruos y sé que vale más que muchos de los que ocupan esos tronos- Un espíritu pareció recorrer la sala y detener los corazones de los presentes tras las palabras del tercer prisionero. Las posibilidades de salir bien parado de un juicio con los jerarcas eran mínimas, pero lanzar insultos era garantía de un destino atroz. El verdugo soltó las cadenas del prisionero, lo arrastró hasta el fondo de la sala y lo arrojó dentro del brasero. El Juicio de Hashut llamaban a eso.

Saufor Gukra no habló hasta que los alaridos del hombre que se asaba vivo dentro del brasero cesaron. - No temo encaminarme hacia los páramos de ceniza donde mora Hashut. Me quedé con los tesoros que los saqueadores habían robado de la Ciudad Subterránea, asalté sus puertas y batallé en sus calles junto a guerreros que se habían arrancado sus propias caras. Moriré como un guerrero. Pero antes, si algún otro guerrero me está escuchando, quiero que se inscriba un nuevo nombre en el libro de los agravios de nuestra fortaleza- Algunos jerarcas se revolvieron en sus tronos e incluso se oyó una profunda voz blasfemando en la antigua lengua enana- Sigurd Sigurdson. Derribó a nuestros guerreros, robó los viales de Piedranula llenos de agua ensangrentada, guardó las Puertas de Jade y detuvo el asalto a la plaza de la Ciudad Subterránea. Que su nombre sea escrito.

- Así será- dijo una rasposa voz desde uno de los tronos- Nos veremos en los páramos de ceniza.-  Y Saufor Gukra cayó muerto al suelo.

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VALORACIÓN

Y así es como termina esta campaña. Pero como todos sabemos esto es un punto y seguido porque dejamos abiertos unos cuantos finales para desarrollar más tramas: una ciudad que ha perdido un objeto de fe, un fomoroide que ha robado una piedra sagrada que un mago de Tzeench ansía, un líder caído en  desgracia perseguido por los jerarcas de su propia fortaleza o un héroe a quien sus enemigos han jurado venganza.

En nuestro Bingo más Grande del Universo podemos anotar dos retos de juego: Tomo de Campeones (39) y estamos aquí  por la historia (49).

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