He conseguido cumplir el segundo propósito de 2022.
Todos podemos encontrar motivos para alistar unos ratlings: Jugar con hobbits a 40.000, tener abhumanos entre tus tropas o disfrutar de su trasfondo: Son vagos, hedonistas, gregarios, excesivamente amistosos y sexualmente promiscuos. Consumen sus vidas en comer hasta enfermar, beber abundantes cantidades de bebidas embriagadoras y procrear sin control.
LOS RED CAPS
Elegí un esquema de color gris y rojo (que tenía guardado para unos vostroyanos que finalmente acabé vendiendo) con equipamientos en marrones, verdes y metálicos. Quería huir del esquema oficial y de que parecieran los Gallos de Pelea de Lumpin Croop remasterizados en 40K.
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Los Red Caps |
Creo que esta unidad de ratlings de 1994 rezuma personalidad y detalles (hasta tienen un muslo de astropollo en un morral). No quería hacerle un feo sino potenciar ese aspecto. También quería darle un poco de variedad porque hay varios modelos repetidos. Por eso he repescado al cocinero halfling y he añadido un marcador de la caja de los suministros de Star Wars que siempre me pareció una nevera de playa.
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Francotiradores ratlings |
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Multitud de detalles |
La unidad se compone de un oficial con galones y dos lotes de cuatro modelos repetidos.
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Oficial al mando |
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Gorra hacia atrás y galones |
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Halfling espaciales |
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Vista posterior |
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Segundo lote de miniaturas |
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Bolsas y zurrones con comida a tutiplén |
El chef halfling de Blood Bowl lleva camino de llevarse el Oscar a mejor actor de reparto porque será mi cocinero carroñero de Necromunda. Reciclar minis es ecofrikismo.
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Cocinero carroñero |
Mis ogretes ya no son los únicos abhumanos de mi ejército.
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Ogretes de la guardia imperial |
Y gracias a estas minis termino la trilogía de dejarme los ojos que inicié con Thorin y Compañía y los Mootland Trail Blazers.
Suerte con los dados
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