Extracto del vocodiario
del autoproclamado Psicoseñor de los Océanos de Fuego.
“Rezo a los Dioses Oscuros para pedir su
protección ahora que el fuego de artillería resquebraja las paredes de mi
búnker.
Por la tronera puedo ver la línea de
blindados que trasporta a los marines espaciales que el Imperio ha enviado
para asesinarme. Dos land raiders rodeados de multitud de razorbacks vomitan
humo y rayos láser como corceles infernales que porten malos presagios.
Hago uso de mis poderes mentales
para hacer entrar en liza a las reservas de las fuerzas Pegasus y Grendel. A mi
orden, surgen por el flanco mis aliados alienígenas y mis ingenios demoniacos concebidos para
sembrar muerte y desorden.
Fuerzas Pegasus y Grendel |
Adueñándome de la mente de todos mis
esbirros dirijo sus disparos y consigo inmovilizar a ambos Land Raider, condenando
a los exterminadores, a la Guardia del Lobo y al propio Grimnar a correr por
los desiertos sufriendo los ataques de los devoradores de las arenas. Que se
pudran en este planeta infernal.
Land Raiders alcanzados |
Noto como los antiguos espíritus-máquina
de los Land Raider, aunque inmovilizados, son unas bestias poderosas en combate.
En el reflejo disforme de su aura puedo ver a las tripulaciones que precedieron
a estas, puedo ver el fervor en su misión y como adoran a sus tanques. Jarl
Ogvai y Heredero de la XIXª resuenan en su sus psiques cuando rugen sus cañones
láser para hacer estallar uno de los Leman Russ que protegen mi búnker y
mutilar al profanador.
Profanador mutilado por descargas láser |
Aunque sus transportes blindados
exploten, aunque sus mejores guerreros perezcan en las arenas, los asesinos no
se detienen e invaden mi posición. Debo abandonarla. Ya no es segura. El plan
aún puede consumarse…
Salgo del búnker cuando un deslizador
gravítico se dispone a rociarlo de promethium. La artillería de la recién
llegada Fuerza Jabberwock lo derriba, pero tres asesinos sobreviven al impacto
y me obligan a refugiarme en otro de mis leman russ. El piloto me mira
sorprendido. Le disparo en la cabeza y tomo los mandos para escapar de esta
trampa urdida contra mí.
Noto sus almas a través del
plastiacero. Dos son jóvenes y arriesgadas, pero la tercera es anciana, fría y
calculadora. Un sargento instructor que ha sobrevivido a muchas guerras. Se
abalanzan contra el tanque y lo destruyen con explosivos.
Exploradores atacando el blindado con granadas |
Escapo del ataúd de acero que era mi
transporte y me decido a enfrentarme a mis verdugos. Ataco sus mentes pero no
consigo herirlos. La disformidad me ha fallado, abandonándome en el último
momento.
Psicoseñor frente a los exploradores |
Apresto mi báculo psíquico y repaso todos
mis movimientos de combate. El sargento instructor me mira con desprecio cuando sus dos
subordinados forman en sus flancos. Dioses del Caos, dadme fuerzas…”
Transmisión emitida por el
Sargento Explorador Namaan:
Fantástico!
ResponderEliminarMe encanta tu blog y vuestro estilo!! Fue una suerte encontrarlo.
Un final épico para una campaña épica!!!
ResponderEliminarSois un ejemplo para todos los frikis
Muchas gracias a ambos!!
ResponderEliminarMenuda partida!! en breve pongo las conclusiones de la campaña.
Un saludo
Estupendísima batalla final, vaya buen partido que le sacasteis a este escenario.
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