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miércoles, 11 de junio de 2025

9ª PARTIDA (STYGXX): PUSIERON PRECIO A SUS CABEZAS

En un trono adornado hasta el exceso, el Gran Pretendiente bebía de un cáliz fabricado a partir de un cráneo extrañamente mutado. El licor bullía dentro del extraño recipiente emanando un olor narcótico y especiado. No dejaba de pensar en cómo los guerreros de la Ciudad de Lethis estaban retrasando sus planes de nuevo. 

Tras dar un sorbo, el Gran Pretendiente levantó la vista para mirar uno por uno a los oficiales y capitanes reunidos en la sala.

-        500 coronas de oro chamoniano- El silencio se extendió entre la concurrencia- 500 coronas por la cabeza de Zachâriah Kaen y otras tantas por cada uno de sus seguidores. La recompensa estará disponible hasta la próxima luna de muerte.

Casi podía oírse en el ambiente como los capitanes empezaban a tramar sus planes. Una compañía entera de mercenarios podía contratarse y armarse por la recompensa de una sola cabeza.

Un guerrero alto y delgado, cubierto de fango, cañas de bambú y ojos demoniacos siseó una pregunta al aire.

-        Eres muy generoso, mi príncipe, pero no será una recompensa fácil de cobrar-.

-      ¡Pues partid de inmediato, miserables!- Respondió el príncipe del caos en un arrebato de ira. 

Los capitanes abandonaron la sala con premura, temerosos del voluble ánimo de su comandante. El guerrero cubierto de fango fue el último en salir, cerrando la puerta del salón del trono con una torpe reverencia y media sonrisa en el rostro.


INFORME DE BATALLA

Zachâriah Kaen y sus guerreros se encontraban investigando el fuego nigromántico que ardía en el Gran Grungon, en las tierras abandonadas por los Fyreslayer del Pabellón de Ulrung cuando los mercenarios del Gran Pretendiente cayeron sobre ellos.

Los Stormcast son sorprendidos 
Reglas del escenario
Los servidores de Hashut no dudaron y se lanzaron todos a una, tratando de aprovechar su superioridad numérica y causar cuanto más daño fuera posible en un ataque masivo y brutal. 
Los Hasuthitas se agrupan para...
cargar aprovechando su superioridad numérica.
Los Stormcast respondieron con furia azyrita. La combinación de una lluvia de golpes con las reacciones de los mercenarios propició que dos guerreros cayeran simultáneamente (cómo me gusta este juego).
Doble KO
Demostrando que el guerrero cubierto de fango tenía razón, cobrar la recompensa no sería fácil. La Lord Arcanum dejó frito a un  hashutita con escudo con un rayo llenos de críticos y el vindicator con lanza se llevó consigo a dos guerreros antes de caer. 
Rayo mágico= 15 de daño
El Stormcast vende cara su nueva reforja
La partida estaba en un puño, ya que a ambos bandos le quedaban una baja para ganar o perder la partida. Los Cuernos de Hashut golpearon primero pero no consiguieron ni un solo crítico. A Zachâriah Kaen no le tembló el pulso y con su arma santificada acabó con el último enemigo que necesitaba para hacerse con la victoria. 
Zachâriah Kaen acaba con el último enemigo

EPÍLOGO

Ningún guerrero regresaría al Palacio del Gran Pretendiente para cobrar la recompensa. Estuvieron cerca de conseguirlo pero finalmente fueron derrotados y arrasados. Los Stormcast estaban heridos y un vindicator se las vería de nuevo con la reforja, pero habían vuelto a hacerse con la victoria.

Zachâriah Kaen, quien había sido el héroe en las dos últimas escaramuzas, se alzaba ante el Gran Horno abandonado por los fyreslayer. El fuego fantasmal que ardía en él irisaba su negra armadura. 

Elevando las manos hacia el cielo comenzó a entonar la letanía sagrada: - En nombre de Sigmar y de los Yunques del Heldenhammer… 

TERRITORIO: La victoria del bando de Sigmar le permite controlar el Pabellón de Ulrung.

VALORACIÓN

Ha vuelto a ser una partida muy apretada que se ha dirimido en una última tirada de dados. Si Fonso hubiera sacado un crítico hubiera acabado con la Lord Arcanum y cosechado una victoria muy merecida porque su plan de abrumar a mis guerreros aislados era bien bueno.

Sigmar pareció estar presente y dejó que Zachâriah Kaen abatiera al último enemigo en la activación siguiente. 

Cosas como esta, como la doble muerte o dos partidas seguidas decididas por la mínima hacen que sea un juegazo.

Suerte con los dados

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